
Los orígenes de la reflexología se iniciaron en torno al año 2500 a.C., como evidencia del Papiro de Kahun.
Utilizando técnicas avanzadas que aplican una presión firme en zonas de los pies que corresponden a partes del cuerpo, el efecto es mejorar la circulación y el bienestar.
La terapia induce un profundo estado de relajación, que permite al cuerpo autocurarse, traer equilibrio y restauración.
Siendo una reflexóloga cualificada, puedo detectar zonas de desequilibrio y mejorar su funcionamiento. No pretendo curar, diagnosticar ni recetar.
La reflexología puede ayudar a muchos síntomas asociados con:
Estrés, dolor de espalda, dolor de cuello y hombros, dolor de muñecas y manos, pies tensos, desequilibrios hormonales, desequilibrios inmunológicos, desequilibrios digestivos, síndrome de las piernas inquietas, dolores de cabeza/migrañas, insomnio, y un montón de cosas más.
La reflexología es muy relajante, aunque puede haber algunas zonas sensibles o dolorosas que indiquen congestión en esa parte del cuerpo. Se utilizan técnicas avanzadas especializadas para despejar las zonas congestionadas detectadas.
La duración de la sesión es de 1 hora incluyendo la consulta.
Después de la sesión, le informaré de mis resultados y le pediré su opinión.
Por lo general, las personas se sienten más relajadas y tranquilas, con una sensación de paz y una mayor sensación de bienestar, sin embargo, la experiencia de cada uno varía.
Para el mayor beneficio y alivio de los síntomas, una vez a la semana o cada dos semanas será lo más beneficioso.
43 euros | 1 hora
Puedo hacer visitas a domicilio bajo petición con un coste extra de 5 euros